Ecuador: Un Recorrido por su Evolución Económica y Política en las Últimas Décadas

Ecuador, un país situado en América del Sur, ha experimentado una montaña rusa de desafíos económicos y políticos en las últimas décadas. Con las próximas elecciones aproximándose y con una gran inestabilidad política, resulta importante regresar al pasado y analizar los errores y aciertos de la política Ecuatoriana en las últimas décadas.

La Era de Sixto Durán Ballén (1992-1996)

En 1992, Sixto Durán Ballén asumió la presidencia en medio de una crisis económica devastadora. La inflación se disparaba al 50%, y Ecuador enfrentaba un déficit fiscal insostenible. Durán Ballén adoptó una estrategia decidida de políticas económicas neoliberales, en línea con las tendencias globales del momento. Esto inicialmente tuvo efectos positivos, como la estabilización de los precios y la recuperación de relaciones con el FMI para el reescalonamiento de la deuda externa. Además, se embarcó en la modernización del Estado y promovió el diálogo con los pueblos indígenas, lo que resultó en la creación de la Asesoría de Asuntos Indígenas y el Fondo Social de Emergencia.



La Breve Presidencia de Abdalá Bucaram (1996)


Abdalá Bucaram asumió la presidencia de Ecuador en 1996 con grandes expectativas, pero su mandato se caracterizó por su brevedad y turbulencia. Bucaram, apodado "El Loco," llegó a la presidencia con un discurso carismático y promesas de cambios significativos. Sin embargo, su estilo de gobierno poco convencional y sus acciones erráticas pronto generaron preocupaciones. Se le acusó de nepotismo y de nombrar a familiares en puestos clave del gobierno, lo que socavó su credibilidad. La inestabilidad política resultante llevó a una serie de protestas y disturbios en las calles, mientras que la economía ecuatoriana enfrentaba desafíos significativos. Finalmente, después de apenas cinco meses en el cargo, Bucaram fue destituido por el Congreso debido a acusaciones de incapacidad mental. Su presidencia breve pero tumultuosa dejó a Ecuador en una situación de crisis política y económica.


La Dolarización y Crisis bajo Jamil Mahuad (1998-2000)

Jamil Mahuad llegó al poder en medio de una profunda crisis económica. Ecuador experimentó un rápido empobrecimiento desde 1995 hasta el año 2000, con un aumento drástico en la pobreza que creció del 34% al 71% y la pobreza extrema que se duplicó. Para enfrentar la inflación y estabilizar las tasas de interés, Mahuad tomó una medida radical al dolarizar la economía ecuatoriana en el año 2000. Esta decisión tuvo consecuencias mixtas, ya que algunos perdieron ahorros debido a la devaluación, mientras que los deudores en sucres se beneficiaron.


Mahuad fue destituido debido al descontento público, sin embargo, la dolarización ha sido ampliamente respaldada por la mayoría de los ecuatorianos en la actualidad.


Los Retos de Gustavo Noboa (2000-2003)


Gustavo Noboa asumió la presidencia de Ecuador en un momento crítico de su historia, enfrentando la difícil tarea de restaurar la estabilidad económica y política del país. Durante su mandato, Ecuador enfrentó desafíos significativos en ambos frentes.


Uno de los retos más apremiantes que Noboa tuvo que abordar fue la crisis económica que había heredado. La economía ecuatoriana estaba estancada, el desempleo estaba en aumento y la deuda externa seguía siendo un problema importante. En un esfuerzo por estabilizar la economía, su gobierno adoptó una serie de medidas de austeridad, incluyendo la reducción del gasto público y la búsqueda de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas medidas ayudaron a mejorar la situación fiscal del país y a restaurar la confianza de los inversores.


Además de los desafíos económicos, Noboa también se enfrentó a problemas políticos. La destitución de su predecesor, Jamil Mahuad, había dejado un clima político tenso en Ecuador. Noboa buscó consolidar el apoyo de diversos grupos políticos y restaurar la estabilidad política. A pesar de los desafíos, logró avanzar en la modernización de la infraestructura vial y en la promoción del saneamiento en el país.


La Presidencia y Salida de Lucio Gutiérrez (2003-2005)

Lucio Gutiérrez asumió el poder con la promesa de cambios sociales y la lucha contra la corrupción, pero su mandato fue breve y turbulento. Su gestión se vio empañada por denuncias de nepotismo y corrupción, lo que llevó a su destitución en medio de protestas. En el ámbito económico no hubo muchas mejoras pese a la subida del PIB, se mantuvo un déficit fiscal elevado, aumentó la deuda externa y el desempleo. La economía al final de su mandato estaba prácticamente igual que cuando él llegó al  poder, sumida en un grave crisis. 

El Gobierno de Alfredo Palacio (2005-2007)


Alfredo Palacio asumió la presidencia en 2005 y tuvo que lidiar con problemas económicos heredados, incluida una deuda externa significativa. Su gestión se caracterizó por intentos de estabilización económica y reformas. Se incrementaron las exportaciones petroleras y no petroleras, de acuerdo al banco central la economía creció en un 6%. 


La Era de Rafael Correa (2007-2017)

Rafael Correa llegó al poder en 2007 y enfrentó una serie de desafíos y logros. Durante su mandato, los altos precios del petróleo permitieron inversiones en infraestructura y programas sociales. Sin embargo, hubo críticas por corrupción y problemas económicos a medida que los precios del petróleo cayeron y la deuda aumentó. Durante su primer año en el cargo, en 2008, el gobierno de Correa adoptó una política económica con poca disciplina fiscal. Esta decisión se tomó en parte para obtener el apoyo de la ciudadanía y llevar a cabo su propuesta de cambio. Sin embargo, esta falta de disciplina fiscal tuvo consecuencias negativas en la economía ecuatoriana.

Uno de los principales problemas fue la tasa de inflación, que se disparó a cerca del 9%. Esta inflación fue alimentada en parte por el aumento del gasto público y la expansión del crédito a través de instituciones financieras públicas. A pesar de algunos logros, como un aumento en la recaudación de impuestos y la modernización de la infraestructura nacional, el país desperdició la oportunidad de aprovechar al máximo la bonanza petrolera que finalizó en 2015. Uno de los aspectos más controvertidos de este periodo fue el sesgo anticapitalista del gobierno, que desalentó la inversión privada que podría haber impulsado un mayor crecimiento económico. En su lugar, Ecuador se encontró con un gasto público insostenible que no se podía aliviar mediante la devaluación, ya que el país estaba dolarizado. Además, al final de su mandato, Ecuador enfrentó el desafío de una deuda externa que superó el límite legal de endeudamiento, lo que planteó preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda. También surgieron múltiples casos de corrupción relacionados con sobreprecios en proyectos gubernamentales.


El Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021)

El gobierno de Lenín Moreno buscó fortalecer la economía mediante un programa de reorganización financiera. Esto incluyó un acuerdo de $6,500 millones con el Fondo Monetario Internacional y una renegociación amigable de la deuda externa en bonos Globales, evitando un incumplimiento. La deuda se redujo de $17,373 millones a $15,825 millones. Estas acciones evitaron una cesación de pagos y una recesión más profunda debido a la pandemia. Además, se buscaron acuerdos comerciales con Estados Unidos, alejándose de las relaciones sur-sur. El presidente Moreno también enfrentó desafíos, como una crisis fronteriza con Colombia, problemas carcelarios y el aumento del crimen organizado y el narcotráfico. La pandemia empeoró la situación económica y social, destruyendo empleos y amenazando la estabilidad de la clase media.


La Era de Guillermo Lasso (2021-Presente)

Guillermo Lasso asumió la presidencia en Ecuador en medio de una grave crisis económica por la pandemia de COVID-19. Logró reducir el déficit fiscal de 7,500 millones a menos de 2,000 millones de dólares y sacó a 1.1 millones de personas de la pobreza, generando alrededor de 500,000 empleos. Sin embargo, la pobreza se mantuvo alta, con un 25.2% a nivel nacional y un 8.2% de pobreza extrema. Además, Ecuador tiene la segunda tasa más alta de desnutrición crónica infantil en América Latina y el Caribe (27.2%). La inseguridad y la inestabilidad política también persisten en un país dividido y fragmentado, con el 70% de la población en desempleo o empleo informal.



La historia económica y política de Ecuador en las últimas décadas ha sido un viaje lleno de desafíos y transformaciones. A medida que el país avanza hacia el futuro, los líderes enfrentarán la tarea de abordar los problemas sociales y económicos que persisten. Ecuador, con su rica diversidad y potencial, espera ansiosamente un futuro de estabilidad y crecimiento que beneficiará a todos sus ciudadanos. La elección de un líder capaz de tomar decisiones inteligentes que promuevan el desarrollo de la economía y la sociedad es fundamental en un momento en que el país busca superar los desafíos que lo han marcado en su camino hacia un futuro más próspero.




Redactado por: Ana Paula Jaramillo