El Poder de la Economía Rosa: Más Allá del Pink-Washing

El rosa ya no es solo un color; es un símbolo de empoderamiento y oportunidad. La economía rosa es una realidad que está transformando el panorama empresarial y cultural.

En un mundo donde las protagonistas ya no son solo las princesas en apuros, el color rosa ha dejado de ser sinónimo de fragilidad y sumisión. Fenómenos culturales recientes, como el éxito de taquilla de la película Barbie y las giras mundiales de Taylor Swift y Beyoncé, están abriendo nuevas puertas en el mundo de los negocios y dando lugar a la "feminización" de las marcas. Pero, ¿qué tienen en común estas estrellas y películas con el empoderamiento femenino y la economía? Mucho más de lo que podríamos imaginar.


El auge de estas figuras culturales, como Beyoncé, Taylor Swift y la directora Greta Gerwig, trasciende las fronteras geográficas y, en efecto, impulsan la economía a su paso. Estas mujeres icónicas no solo han conquistado el escenario, sino también el mercado, destacando el inmenso poder de compra de las consumidoras pues ellas influyen en más del 80% del gasto total.


Si alguna vez se dudó de la rentabilidad de producir contenidos dirigidos a un público "femenino", la película Barbie demostró que el cine mainstream podía romper con los estereotipos y atraer a una audiencia amplia y diversa. No se trata de películas "de chicas", sino de películas para todos, sin importar el género. Esto ha cambiado la forma en que las marcas se acercan a las mujeres, reconociendo su papel como decisores clave en el proceso de compra.


Pero no se trata solo de la industria del cine. Las giras mundiales de Taylor Swift y Beyoncé también han dejado una huella imborrable en las economías locales y regionales. El gasto generado por los fanáticos de estas artistas ha llegado a afectar la inflación en lugares como Suecia y el Reino Unido. El impacto económico global de estas giras es asombroso, con estimaciones de miles de millones de dólares. Estas cifras son un recordatorio de que las mujeres tienen un poder adquisitivo significativo y están dispuestas a gastar en lo que aman.


El éxito de la Copa Mundial de Fútbol Femenino en 2023 también es un testimonio del cambio de paradigma. A pesar de haber sido una disciplina ignorada durante años, ese año batió récords de venta de entradas. Las redes sociales se inundaron de entusiasmo y apoyo, lo que llevó a la FIFA a calificarlo como un "éxito rotundo". Esto demuestra que la representación y la diversidad en el deporte pueden ser muy rentables y populares.


El fenómeno no se detiene aquí. La llamada "economía rosa" no es nueva, pero su influencia es cada vez más evidente. Las marcas están reconociendo que la diversidad y la inclusión son clave para el éxito. Un estudio de McKinsey & Company reveló que las empresas que abrazan la diversidad, tanto en términos de género como de etnicidad, tienen un mejor rendimiento. Además, las marcas que representan a las personas de manera justa y equitativa tienden a ser más valoradas y atraen a más compradores.


El éxito de todas esas producciones se debe a que las mujeres actualmente buscan consumir un producto a servicio que las identifique, y que las represente, buscan sentirse integradas. Muchas marcas representan o hablan de mujeres de manera muy estereotípica, sin darle un enfoque más amplio que integre toda la experiencia de ser mujer en la actualidad. 


La diversidad y la perspectiva de género no sólo son moralmente correctas, sino también económicamente rentables. Los equipos heterogéneos fomentan la innovación en el lugar de trabajo, y las marcas que comprenden y respetan las experiencias de las mujeres y las comunidades LGBTQ+ construyen vínculos más fuertes con sus consumidores.


El pink-washing, o el uso superficial de la feminización para atraer clientes, debe ser evitado. Las marcas genuinas que abrazan la diversidad y representan a las personas de manera auténtica son las que liderarán el camino hacia un futuro más igualitario y próspero.


Las mujeres no solo están conquistando escenarios, sino también mercados, y su voz y poder adquisitivo están impulsando cambios significativos en la economía y la sociedad. Es hora de que las marcas y las empresas se unan a esta revolución, reconociendo que la diversidad y la inclusión son clave para el éxito en el siglo XXI.



Redactado por: Ana Paula Jaramillo



Fuentes: 

González, A., González, A., & González, A. (2023, 9 septiembre). El poder de la economía rosa. El País. https://elpais.com/opinion/2023-09-09/el-poder-de-la-economia-rosa.html

Marajofsky, L. (2023, 5 noviembre). La nueva Econom a Rosa: el poder de las consumidoras. Forbes Ecuador. https://www.forbes.com.ec/negocios/la-nueva-economia-rosa-poder-consumidoras-n43230