Entre Desafíos y Oportunidades: El Futuro Económico de América Latina en el 2024

Al asomarnos a la ventana que nos ofrece una visión de lo que podría deparar el año 2024, se presentan dos aspectos destacados en el horizonte latinoamericano: un menor crecimiento económico y una disminución en los niveles de inflación.

Este panorama se dibuja en medio de un contexto internacional en el cual grandes potencias económicas como Estados Unidos y China también experimentan un desacelerado ritmo de crecimiento. La repercusión de esta tendencia global se refleja en las expectativas de los expertos que estudian la región latinoamericana.

La desaceleración económica implica una menor producción de bienes y servicios, lo que, a su vez, conlleva a una reducción en la generación de empleo. Este escenario resulta particularmente preocupante en una región donde aproximadamente la mitad de la fuerza laboral trabaja en el mercado informal, caracterizado por la ausencia de salarios fijos y contratos laborales.

El entorno económico se presenta desafiante al considerar una actividad económica global lenta, un menor intercambio comercial de la región con otras partes del mundo, un consumo interno deprimido y los efectos persistentes de las altas tasas de interés.

Según las proyecciones del Banco Mundial, se anticipa que el crecimiento económico latinoamericano para el próximo año alcance un 2.3%. Sin embargo, este nivel se considera insuficiente para abordar la pobreza y fomentar la generación de empleo.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presenta una perspectiva aún más conservadora, estimando un aumento de la actividad económica regional de apenas el 1.9%. Esta cifra indica un ritmo más lento en América del Sur en comparación con Centroamérica, México y el Caribe.

Aunque la inflación ha disminuido, las tasas de interés en las principales economías desarrolladas se mantienen altas. Como consecuencia, los costos de financiamiento permanecen elevados, y se espera que esta situación perdure en los próximos años, según la opinión de muchos economistas.

La baja proyección de crecimiento para 2024 en América Latina se atribuye, en parte, a las limitaciones en la acción de la política fiscal de los gobiernos y la política monetaria de los bancos centrales, según señala la Cepal. Esto sugiere un estrecho margen de maniobra para impulsar la actividad económica en la región.

En relación con la inflación, se espera que continúe desacelerándose, aunque los bancos centrales serán cautelosos al ajustar las tasas de interés. Joan Domene, economista jefe para América Latina de Oxford Economics, destaca que no se anticipa un gran recorte, sino más bien una normalización de la política monetaria.

El enfoque de los bancos centrales se centra en la llamada "inflación subyacente", que excluye los precios de la energía y los alimentos, los cuales son los más volátiles. Domene subraya la importancia de normalizar la inflación subyacente, ya que es la que está tardando más en disiparse, a pesar de la significativa caída en los precios de la energía y los alimentos en los últimos meses.

El año 2024 se presenta como un desafío para la región latinoamericana, con perspectivas de crecimiento económico moderado, preocupaciones sobre la generación de empleo y la necesidad de abordar cuidadosamente las políticas monetarias para mantener la estabilidad económica en medio de un entorno global incierto.

Redactado por: Ana Paula Jaramillo

Fuentes: 

Barria, C. (2024, 2 enero). Qué pasará con el crecimiento económico y la inflación en América Latina en 2024 (y cuál es “la gran oportunidad” que la región puede aprovechar). BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/articles/c51zg3dyg24o 

Mundo, B. (2024, 2 enero). Qué pasará con el crecimiento económico y la inflación en América Latina en 2024, y cuál es la “gran oportunidad” que la región puede aprovechar. LA NACION. https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/que-pasara-con-el-crecimiento-economico-y-la-inflacion-en-america-latina-en-2024-y-cual-es-la-gran-nid02012024/