En América Latina, estamos cansados. Cansados de ver cómo las promesas se reciclan, los políticos se enriquecen y los sistemas no cambian. Llevamos décadas hablando de desarrollo, de pobreza, de oportunidades… pero seguimos atrapados en un ciclo que parece no tener fin. Y la verdad, aunque duela, es esta: nadie nos va a sacar de la pobreza si no empezamos a cambiar nosotros mismos.
Las instituciones fallan, sí. La corrupción, la desigualdad, la injusticia estructural... son reales. Pero quedarnos esperando que un nuevo gobierno arregle todo es una forma de seguir renunciando al poder que sí tenemos: el poder de entender, decidir y actuar.
En Libertad Financiera (LIBFIN) creemos en un principio innegociable: la verdadera transformación empieza por uno mismo. No se trata de discursos vacíos sobre "superación personal", sino de asumir con valentía que el cambio estructural no es posible sin ciudadanos informados, críticos y financieramente empoderados.
Mientras sigamos creyendo que el problema está siempre “afuera”, seguiremos siendo parte del problema. Porque un pueblo que no entiende cómo funciona el dinero, que no cuestiona a quienes toman decisiones, que no sabe planificar ni exigir con fundamento, es un pueblo fácil de manipular y condenadamente fácil de olvidar.
Por eso LIBFIN no es solo una plataforma de educación financiera. Es un movimiento para despertar. Para que el joven que siente que su esfuerzo no vale la pena, entienda cómo jugar el juego con inteligencia. Para que el emprendedor que lucha contra la informalidad tenga herramientas reales. Para que cada persona sepa que puede tomar el control de su futuro, aun en un entorno hostil.
No podemos cambiar nuestras instituciones de la noche a la mañana. Pero sí podemos empezar por nosotros. Aprender a manejar nuestro dinero, a invertir, a pensar estratégicamente. A construir desde abajo lo que desde arriba nos niegan.
Porque cuando muchos cambian, la sociedad cambia. Y cuando una sociedad despierta, ningún sistema podrido puede sostenerse.
El futuro no nos lo van a regalar. Lo vamos a construir.
Y empieza hoy.